Título : | La bisagra : memoria - verdad - justicia - organización social | Tipo de documento: | texto impreso | Autores: | Alicia M. Kirchner, Autor | Editorial: | Buenos Aires [Argentina] : Ministerio de Desarrollo Social | Fecha de publicación: | 2007 | Número de páginas: | 455 p. | Il.: | il. | Dimensiones: | 24 cm | Idioma : | Español (spa) | Clasificación: | ORGANIZACIÓN POLÍTICA SOCIEDAD
| Resumen: | Cuando me hice cargo del Ministerio de Desarrollo de la Nación, el país después del derrumbe estaban en medio de serios conflictos sociales. Las demandas eran de subsistencia y no había espacio para la credibilidad como se le suele dar a un Gobierno que inicia su gestión. No contábamos con los primeros y habituales 100 días de espera, esta concluyó en horas. Las presiones de las organizaciones de desocupados, la mayoría de las veces razonablemente válidas, no permitían acudir al discurso de lo que nos proponíamos hacer, por más que fuera legítimo por nuestra parte. Una generación de malos funcionarios, muchas veces mediocres en el ejercicio de sus responsabilidades, terminó devorada por la crisis y para la gran mayoría de los argentinos no había discernimiento posible entre malas o buenas intenciones. Tuvimos que poner en juego toda la fortaleza que nos daba Dios, sumado a nuestro compromiso militante y sobre todo nuestro trabajo. Había que dar respuestas a la urgencia y a la vez construir estratégicamente. Sentarse en el lugar de las decisiones implicaba dejar de lado las dudas. O aceptábamos la realidad, como lo hicimos, o volvíamos para atrás. “Elegir es siempre una oportunidad y esta fue la oportunidad de trabaja r para reconstruir nuestro país”. Alicia Kirchner |
La bisagra : memoria - verdad - justicia - organización social [texto impreso] / Alicia M. Kirchner, Autor . - Buenos Aires (Argentina) : Ministerio de Desarrollo Social, 2007 . - 455 p. : il. ; 24 cm. Idioma : Español ( spa) Clasificación: | ORGANIZACIÓN POLÍTICA SOCIEDAD
| Resumen: | Cuando me hice cargo del Ministerio de Desarrollo de la Nación, el país después del derrumbe estaban en medio de serios conflictos sociales. Las demandas eran de subsistencia y no había espacio para la credibilidad como se le suele dar a un Gobierno que inicia su gestión. No contábamos con los primeros y habituales 100 días de espera, esta concluyó en horas. Las presiones de las organizaciones de desocupados, la mayoría de las veces razonablemente válidas, no permitían acudir al discurso de lo que nos proponíamos hacer, por más que fuera legítimo por nuestra parte. Una generación de malos funcionarios, muchas veces mediocres en el ejercicio de sus responsabilidades, terminó devorada por la crisis y para la gran mayoría de los argentinos no había discernimiento posible entre malas o buenas intenciones. Tuvimos que poner en juego toda la fortaleza que nos daba Dios, sumado a nuestro compromiso militante y sobre todo nuestro trabajo. Había que dar respuestas a la urgencia y a la vez construir estratégicamente. Sentarse en el lugar de las decisiones implicaba dejar de lado las dudas. O aceptábamos la realidad, como lo hicimos, o volvíamos para atrás. “Elegir es siempre una oportunidad y esta fue la oportunidad de trabaja r para reconstruir nuestro país”. Alicia Kirchner |
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