Título : | La sombra del Barón | Tipo de documento: | texto impreso | Autores: | Laura Lavayen, Autor | Mención de edición: | 1a. ed | Editorial: | Buenos Aires [Argentina] : Dunken | Fecha de publicación: | 2004 | Número de páginas: | 146 p. | Dimensiones: | 22,5 cm | ISBN/ISSN/DL: | 978-987-02-0780-1 | Idioma : | Español (spa) | Clasificación: | LITERATURA ARGENTINA NOVELA
| Resumen: | Hoy cumplo sesenta y cuatro años y, como todos los 18 de agosto, siento una terrible ansiedad. Es como un presentimiento de que algo está por suceder. Un cambio o algo que me va a impactar. Pero, seguramente, será un día como tantos. Creo que desde que a mi hermana Silvia le hicieron una fiesta donde hubo invitados, regalos y una torta con velitas, vivo soñando con que alguien me sorprenda con una fiesta, aunque no creo que eso ocurra nunca. Sólo la tuve dos veces en mi vida y fue por yo la hice. Ese es uno de mis pequeños sueños; hay otros más importantes que nuca se llegaron a realizar y me pregunto si fue mi culpa, si realmente uno puede controlar su destino o si es que ya está escrito. Como tantas personas, soñé con una gran fiesta de graduación; me imaginaba una pared llena de diplomas, pero ni me animo a colgar los pocos que logré. Por supuesto que soñé con una gran boda. Mentalmente, lo había planeado todo: el traje blanco y papá y yo entrando a la iglesia. Invitaría a toda mi familia. Siempre quise verlos a todos juntos. Mi gran boda fue otro de los sueños frustrados. Me casé el año pasado. Si no hubiera sido por mi hermana Silvia y una amiga, habría ido al registro civil sola con mi futuro esposo; tampoco tuve mi soñada luna de miel. Aunque a los sesenta y cuatro años ya había perdido el interés y sólo deseaba que todo terminara lo antes posible. |
La sombra del Barón [texto impreso] / Laura Lavayen, Autor . - 1a. ed . - Buenos Aires (Ayacucho 357, C1025AAG, Argentina) : Dunken, 2004 . - 146 p. ; 22,5 cm. ISBN : 978-987-02-0780-1 Idioma : Español ( spa) Clasificación: | LITERATURA ARGENTINA NOVELA
| Resumen: | Hoy cumplo sesenta y cuatro años y, como todos los 18 de agosto, siento una terrible ansiedad. Es como un presentimiento de que algo está por suceder. Un cambio o algo que me va a impactar. Pero, seguramente, será un día como tantos. Creo que desde que a mi hermana Silvia le hicieron una fiesta donde hubo invitados, regalos y una torta con velitas, vivo soñando con que alguien me sorprenda con una fiesta, aunque no creo que eso ocurra nunca. Sólo la tuve dos veces en mi vida y fue por yo la hice. Ese es uno de mis pequeños sueños; hay otros más importantes que nuca se llegaron a realizar y me pregunto si fue mi culpa, si realmente uno puede controlar su destino o si es que ya está escrito. Como tantas personas, soñé con una gran fiesta de graduación; me imaginaba una pared llena de diplomas, pero ni me animo a colgar los pocos que logré. Por supuesto que soñé con una gran boda. Mentalmente, lo había planeado todo: el traje blanco y papá y yo entrando a la iglesia. Invitaría a toda mi familia. Siempre quise verlos a todos juntos. Mi gran boda fue otro de los sueños frustrados. Me casé el año pasado. Si no hubiera sido por mi hermana Silvia y una amiga, habría ido al registro civil sola con mi futuro esposo; tampoco tuve mi soñada luna de miel. Aunque a los sesenta y cuatro años ya había perdido el interés y sólo deseaba que todo terminara lo antes posible. |
|