Título : | Cuentos de Jacinta Pichimahuida | Tipo de documento: | texto impreso | Autores: | Abel Santa Cruz, Autor | Mención de edición: | 2a. ed | Editorial: | Buenos Aires [Argentina] : Ediciones Dintel | Fecha de publicación: | 1968 | Número de páginas: | 227 p. | Dimensiones: | 20,5 cm | Idioma : | Español (spa) | Clasificación: | NOVELA
| Resumen: | ¿Qué ha decidido a Abel Santa Cruz a permitirme el delicado privilegio de abrir por primera vez el portal de estos recuerdos cuya sonrisa no consigue despintar su ternura? Quizá un largo cuarto de siglo de amistad (¡qué grave e imponente nos resulta la palabra “siglo”, y con qué secreta prevención la estampamos!). Quizá el saber que mi infancia pudo ser la suya, coetánea de minucias queridas que ni él ni yo queremos ver borrarse del todo...
Estos relatos son materia viva de una experiencia: los años docentes del autor. La impronta imborrable de la escuela en que fue maestro, dejó en su alma esa deliciosa frescura que hoy le será refugio en horas de confuso trajín.
Con Abel hemos sido expedicionarios, ya un poco pretéritos, en librerías de viejo, a la pesca de aquellos tesoros, hoy inhallable, que la calle Corrientes volcaba en las mesas revueltas, de Palumbo para abajo: coautores de alguna continuidad radiofónica; contertulios de veladas familiares, con ruletas caseras de modesto azar... El flamante alumno de la Facultad de Filosofía y Letras se había graduado ya, con Medalla de Oro, y la amistad de Daniel Devoto, poeta, músico y filólogo, recalado definitivamente en París, le ofertaba la edición que no sé si Santa Cruz retiró de las prensas: Naranja en Fuga. |
Cuentos de Jacinta Pichimahuida [texto impreso] / Abel Santa Cruz, Autor . - 2a. ed . - Buenos Aires (Virrey Liniers 313, C1174ACG, Argentina) : Ediciones Dintel, 1968 . - 227 p. ; 20,5 cm. Idioma : Español ( spa) Clasificación: | NOVELA
| Resumen: | ¿Qué ha decidido a Abel Santa Cruz a permitirme el delicado privilegio de abrir por primera vez el portal de estos recuerdos cuya sonrisa no consigue despintar su ternura? Quizá un largo cuarto de siglo de amistad (¡qué grave e imponente nos resulta la palabra “siglo”, y con qué secreta prevención la estampamos!). Quizá el saber que mi infancia pudo ser la suya, coetánea de minucias queridas que ni él ni yo queremos ver borrarse del todo...
Estos relatos son materia viva de una experiencia: los años docentes del autor. La impronta imborrable de la escuela en que fue maestro, dejó en su alma esa deliciosa frescura que hoy le será refugio en horas de confuso trajín.
Con Abel hemos sido expedicionarios, ya un poco pretéritos, en librerías de viejo, a la pesca de aquellos tesoros, hoy inhallable, que la calle Corrientes volcaba en las mesas revueltas, de Palumbo para abajo: coautores de alguna continuidad radiofónica; contertulios de veladas familiares, con ruletas caseras de modesto azar... El flamante alumno de la Facultad de Filosofía y Letras se había graduado ya, con Medalla de Oro, y la amistad de Daniel Devoto, poeta, músico y filólogo, recalado definitivamente en París, le ofertaba la edición que no sé si Santa Cruz retiró de las prensas: Naranja en Fuga. |
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